En los años recientes, pero sobre todo en los meses más estresantes de la crisis global desatada por el Covid-19, fuimos testigos de cómo todas las tecnologías generadoras de energía registraron situaciones atípicas y asincrónicas, producto de una crisis que alteró toda actividad humana y de la cual no se tenía antecedentes de cómo enfrentarla a nivel global.
El mundo de la energía ya no es un ‘club de hombres’

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